(Para una mejor comprensión de lo que leerán a continuación, aclaramos que a cada párrafo le corresponde una nota al pie que se encuentra al final del texto.)
con Gertude, su muñeca. Mi prima expresaba pensamientos de gran
fineza e ingenio, pero las respuestas de Gertrude eran tontas e inoportunas.
Al principio nos calentamos, pero después, nos reímos.”
Cierta vez, llegó a casa un vendedor ambulante que pronunciaba muy bien el alemán y se vestía con ropas muy elegantes, pero vendía linternas de muy mala calidad. Nos reímos. (1)
Esa misma noche, mientras cenábamos, papá se confundió el nombre de un actor y dijo una grosería sin querer. Nos reímos. (2)
En la madrugada, Juan se acordó lo que había dicho papá y empezó a toser de la risa. Tosió tanto que le explotaron los pulmones y se murió. Lo enterramos en silencio, pero en el viaje de vuelta, mamá repitió la grosería de papá y nos reímos. Después lloramos un poco. (3)
La mañana siguiente vinieron mis primos. Como no había lugar, al más chico lo mandamos a la cucha de Aston, nuestro perro. Aston vendió caro su lugar, mordiendo repetidamente a Fernando, nuestro primo, mientras este dormía. Cada vez que lo hacía, nos reíamos. (4)
Nuestros otros dos primos, Ximena y Germán, discutían constantemente. Para parar una de las discusiones, papá volvió a decir la grosería. Nos reímos. (5)
Aston, previendo que volvería a dormir al aire libre, decidió usurparle el lugar a Marolio, nuestro canario. Como pudo entró en la jaula, pero le quedaba muy chica. Nos reímos. (6)
Marolio siempre había soñado con tener una jaula grande. En cuanto tuvo la oportunidad, se metió adentro del horno. No pasó mucho tiempo hasta que alguien lo cocinó accidentalmente. Cuando papá sacó a Marolio todo chamuscado del horno, nos reímos. (7)
Al poco tiempo apareció el espíritu de Juan por casa. Había aprendido muchos chistes verdes en el mas allá y no tuvo problema en contárnoslos a todos. Nos reímos . (8)
Germán una noche entró al baño y escuchó voces que venían de la ducha. Se encontró con Ulrich, el oso de peluche de Ximena, dándose un baño y cantando ópera. El oso lo amenazó para que guardara silencio, pero al levantar su brazo, una costura cedió y el relleno comenzó a salir por ahí. Cuando Germán lo contó en el desayuno, nos reímos. (9)
Ese mediodía, mientras almorzábamos todos juntos, por el peso se desprendió la jaula donde estaba viviendo Aston y cayó estruendosamente sobre mamá, que falleció al instante. Aston Ladró. (10)
En el funeral de mamá encontramos al vecino de enfrente en la sala de espera a los arrumacos con Papá. Nos reímos. (11)
Al poco tiempo, Luis (asi se llamaba el vecino de enfrente) vivía en nuestra casa. Aston, en medida de protesta, inició una huelga de hambre. Al quinto día de huelga, no aguantó mas y se comió a la abuela. Nos reímos. (12)
Papá baldeando el patio encontró un amuleto que pertenecía a mamá. En lugar de guardarlo, se lo regaló a Ulrich, que estaba muy triste desde el incidente del baño. Ulrich para agradecerle lo quiso abrazar a papá, pero se le reabrió la costura. Lo cosimos. (13)
Un día Luis entró en el desván y se encontró con una criatura energética de procedencia desconocida. Hizo el bolso y decidieron fugarse juntos, a Andorra. Cuando papá dejó de llorar su pérdida, nos reímos. (14)
Aston se enamoró de Ximena y le propuso casamiento. Ella le respondió que no podía, que su amor imposible era Ulrich. Aston entonces despedazó a Ulrich y días después defecó un ojo. Mientras limpiábamos la alfombra, nos reímos. (15)
Ximena mientras enterraba a Ulrich en el patio, encontró oro. Lo vendió y todo ese dinero lo invirtió para resucitar a la abuela. La máquina falló en los tramos finales y solamente nos devolvieron un brazo de Karin, que hablaba en un ruso muy fluido. Nos reímos. (16)
El científico que creó la máquina vino a casa a vivir con todo su equipo. Sacaron a nuestro primo de la cucha y se amontonaron ahí los doce. Mi primo, mientras dormían, incendió la cucha. Nos reímos. (17)
Mi primo el incendiario se sentó a la mañana siguiente a desayunar con nosotros. Nos corrimos. (18)
Un día volvió la forma energética de Andorra. Luis la había dejado por una desnudista. Cuando nos contó que en Andorra le habían hecho la vida imposible, nos reímos. (19)
Aston un día comenzó a hablar. Consiguió trabajo en la radio y Ximena finalmente se enamoró de él, pero Aston la rechazó. Cuando nos enteramos del suicidio de Ximena, nos reímos. (20)
Esa misma noche, volvió Ulrich a casa, todo lleno de remiendos y tierra. Nos contó que los osos de peluche no tienen vida y por tanto no se pueden morir. En silencio, se metió en la jaula que le pertenecía a Marolio y por el cansancio de desenterrarse y caminar hasta casa, se durmió enseguida. Amaneció todo babeado y con el culo lleno de alpiste. Nos reímos. (21)
Algunos de los científicos calcinados se separaron del grupo y armaron una casa en el patio. Hicieron una gran fiesta de inauguración y proclamaron su independencia según los preceptos del tratado de Hockenheim. Nos reímos. (22)
Mamá, que no estaba muerta sino de vacaciones, un día se enojó con Juan, porque no comía. Pese a que le explicamos que era un fantasma, no lo dejó levantarse de la mesa hasta que terminara el plato de comida. Cuando vimos que una semana después Juan seguía allí, nos reímos. (23)
Una noche escuchamos ruidos que venían de la cocina. La forma energética estaba despedazando nuevamente a Ulrich, que tenía cara de “Siempre a mi”. La forma energética acusó un ataque de ansiedad. Les tiramos un baldazo de agua. Nos reímos. (24)
La mañana siguiente, Ulrich armó las valijas para irse. Una vez que estaba lejos, nos dimos cuenta que Ulrich no tenía ninguna pertenencia y que nos había robado todo lo de valor. Nos reímos. (25)
La forma energética se puso a tomar ginebra con papá, mientras juntos recordaban a Luis. Mamá los vio y se puso muy celosa y con la Ultracomb, aspiró a la forma energética. Mientras ésta luchaba y gritaba tratando de escapar, nos reímos. (26)
Papá y mamá volvieron a estar juntos, pero una revuelta del grupo de científicos calcinados y separatistas, acabó con la vida de ambos cuando tiraron una granada al living. Mientras juntábamos los pedazos, nos reímos. (27)
Los científicos que vivían en la cucha presentaron sus disculpas y ofrecieron luchar contra los separatistas, pero en pocos días murieron de tifus. Aston los enterró en el patio, con sus huesos y juguetes. Nos reímos. (28)
Ximena una mañana apareció de la mano con Ulrich, que había vendido todo lo que nos había robado. Fernando, su hermano, les tiró aceite hirviendo encima. Nos reímos. (29)
Cuando volvíamos del hospital, nos dimos cuenta que el espíritu de Juan seguía sentado frente al plato de comida en la cocina. Nos reímos. (30)
La forma energética logró salir de la aspiradora y enceguecida por el odio, mató a Fernando, secuestró a Aston y volvió a su planeta de origen. No nos reímos. (31)
Sin aviso, los científicos separatistas se fueron del patio. Nos reímos. (32)
Un día mientras estabamos en el hospital para ver a Ximena y Ulrich, un mal disparo de misil nos cayó en plena habitación. Nos morimos. (33)
[1] Porque descubrimos que era el verdulero disfrazado.
[2] Aunque creo que mamá no lo escuchó.
[3] Aunque no tanto.
[4] Y una vez le dijimos “¡Basta Aston!”
[5] Pero igual siguieron peleando.
[6] Aston es un gran danés.
[7] Parecía un murciélago.
[8] Aunque no entendimos el del cartero y el pingüino.
[9] A excepción de mi abuela, que es moscovita.
[10] Calculamos que se estaría riendo.
[11] Porque el café tenía algo raro.
[12] Porque gritaba algo en ruso, pero no sabíamos que.
[13] Y mientras lo cosíamos, nos reíamos.
[14] En Andorra no aceptan el casamiento con formas de energía no definida.
[15] Hasta que el espíritu de Juan vomitó.
[16] Porque creemos que nos contó un chiste.
[17] De cómo corrían los científicos en llamas por el patio.
[18] ¿Vos no lo habrías hecho?
[19] Estábamos ensayando para una obra de teatro.
[20] Es un mundo irónico.
[21] El alpiste pincha..
[22] No saben que nuestra casa es alquilada
[23] Aunque realmente necesitábamos esa silla.
[24] Aunque Ulrich mojado olía a podrido.
[25] Somos ascetas.
[26] Realmente luchaba con frenesí.
[27] Las piernas de mamá eran muy flacas.
[28] Aston creyó que eran ramas.
[29] Eran muy churros.
[30] Pero Juan no.
[31] Estábamos haciendo una competencia.
[32] Ja Ja Ja
[33] Asi.