domingo, 19 de abril de 2009

Concurso de Poemas (por Pablo)

Cuentan que un día, el consejo mundial de poetas decidió realizar un concurso de poemas, premiando al ganador del mismo, con la jugosa cifra de diez millones de dólares. Se formó un jurado de doce personas, integrado por eminencias de la especialidad. Créase o no, el ganador fue el tristemente célebre autor ruso Ilie Levin. Aquí a continuación, las dulces frases que llenaron de regocijo los corazones de los jurados.



Soles y planetas
imaginan tus pasos
gritan, pero no los percibes.
Altiva caminas por la tierra y
nada parece opacarte
o al menos no consigo imaginarlo.
El dulce halo que dejas
levantaría una revolución
pero prefieres transitar
regando tierras sedientas.
En un segundo alteras mi paz,
mi conciencia entra en jaque
ilusionado con oír tu voz
o recibir solo una mirada
la que dejará en mi la esperanza
o el desencanto de saberte imposible.
Rogaré que vuelvas
esperaré ese día
pediré quizás ser mas fuerte
a los dioses de mi cielo.
Robarás ese día
toda mi atención nuevamente,
oirás mis latidos tristes.
¡Corazón iluso
orgánica tristeza!
Nunca vuelvas a mi
escóndete en lo mas hondo,
lucha frente a mi cobardía,
júntate con mi orgullo
urgida de una solución
ríete de las habladurías
acércate a mi boca
donde me darás esa palabra
o quizás, el silencio eterno.


Años después, se descubrió el motivo que llevó a Levin a ser el ganador de la compulsa. Leyendo la primera letra de cada renglón de arriba hacia abajo, podía leerse el mensaje “Si gano el premio lo reparto con el jurado”. Ilie atribuyó este suceso a la casualidad y se negó a devolver el dinero, aduciendo que había sido dilapidado en su totalidad en su hobbie, el ferromodelismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario