jueves, 23 de abril de 2009

Plok y Fesk, en "Tierra a la vista" (Holden)

-¡Ya basta! ¿Acaso no entendiste la esencia, el contenido del “para con eso”?
- ¿Sabés dónde esta el último que me grito así?
- ¿En Krumek R-32?
- Dale... aparte, ¿Que tiene de malo que cante?
- Bueh... cantar lo que se dice cantar...no es. Y digamos que si lograras combinar tus siete brazos con lo que canta cada una de las tres cabezas... por ahí cambiaria... ¿no?


La nebulosa de Sumitron ya se pasaba de graciosa. Llevábamos ya demasiado tiempo atravesándola y con esto del piloto automático, el hinchapelotas de Plok no sabia que hacer. Desde que salimos de Krumek R-32, nuestro planeta de origen, no ha cesado en su búsqueda de alterar mis nervios. Pese a sus trescientos setenta y dos nuks, se comporta como un niño.


-Así que pensás que me comporto como un niño... ¿Te olvidás que puedo leer la mente de los seres inferiores?


En realidad Plok me parece magnífico. Espero que misiones mas arriesgadas nos sean enviadas para así poder pasar mas tiempo juntos. Cierto es, también, que yo soy una persona de mal carácter. Muy mal carácter. Y se que mi torpeza es lo que me frustra día tras día. Por si algo llega a sucederme, nombro capitán de la nave a...


- ¡Basta! ¡Odio cuando manipulás mis pensamientos!
- Bueno... algo hay que hacer para matar el aburrimiento ¿no?
- ¿Algo nuevo en el radar?
- Hay una señal, muy leve... las coordenadas parecen indicar que vienen de Marte
- ¿Necesitarán algo?
- No, más bien parece una publicidad de dentífrico
- ¿Y nada más?
- Si, anuncian una lluvia de anillos estelares
- Maldición... y yo que salí sin abrigo.


Nuestro trabajo es simple. Cada día en la base, en nuestro cuartel de Krumek, un equipo de trabajadores entrenados nos asigna una misión a realizar a lo largo de la Galaxia Eidar. Nos gusta llamarlo así, porque pensar en tener que llevar cajas de un planeta a otro suena... simple. Y a nosotros, los krumekianos nos gustan las cosas complejas.


- Me parece que voy a salir un a tomar un poco de gas -Dijo Plok, estirando dos de sus brazos
- Mirá que es una nebulosa de Butano, hace como sesenta grados bajo cero... te vas a morir de calor.
- No le vendría mal un poco de calor a mis azules estómagos.
- Y mas que nada después del laburito en Plutón...
- ¿Te acordás del humano que encontramos ahí? Hacia mucho que no veíamos a uno...
- Es que hace mucho que no andamos por la Tierra
- Y hablando de eso... podríamos ir a un lugar que vos acabas de nombrar...


No se si fue mi boca izquierda o la central. Lo que se es que es algo de lo cual me arrepiento tremendamente. A Plok le encanta ir a la Tierra. Le fascina burlarse de los humanos. Le dije mil veces que quedaba feo, que era de mala persona abusarse de seres indefensos. Pero no entiende, como siempre. O no quiere entender. Porque es un malcriado. Porque si lo pienso bien, es muy inteligente. Tanto que con mi mínimo cerebro no puedo darme cuenta. Ahora porque estuve pensando cosas feas sobre el, voy a resarcirme preparándole un rico jugo de piedras lunares y después...


- Bueno... ya pasó el chiste de los pensamientos.
- No puedo evitarlo, es que tu mente es tan débil
- Cuando encuentre al que te enseñó esos trucos lo voy a prender un poquito fuego
- Ya te dije el truco. Mente superior domina a mente inferior.
- Y decime chistoso, ¿falta mucho para terminar de atravesar esta nebulosa?
- Al parecer unos treinta, cuarenta nuks...
-¡Pero si acá tenemos al rey del chiste!... bueno, cuando terminemos de pasar esta nebulosa, vamos para la tierra.
-¿Entonces cambio las coordenadas? Digo, porque terminamos la nebulosa.


Sumitron era ya un recuerdo, una mera mancha en la parte baja de nuestro radar. Por un momento me alegre de ir a la Tierra. Me agradaban en cierta forma sus movimientos toscos y sus voces tan graves. Plok estaba enloquecido. Preparaba todo su arsenal de bromas. El rayo desintegrador, la pintura invisible, practicaba levitación con los objetos de la nave y hasta tenía guardado para esta ocasión un láser paralizante.


- ¿Ya llegamos? -Preguntó Plok a la altura de Júpiter-
- No, falta todavía un poco
- No tenemos un buen recuerdo de la Tierra -Dijo ya un poco mas serio Plok- la última vez que vinimos, hace 14 nuks tuvimos que correr como locos.
- Suerte que tiraste ese muñeco que ganaste en la feria de Neptuno.
- Así no nos perseguían mas... ¡Y después lo abrieron todo! Pobre Neptonio...


No paso mucho tiempo hasta que llegamos a la atmósfera de la tierra. El humo era tanto que poco podíamos ver hacia abajo. El radar entro en interferencia y tuvimos que agudizar al máximo nuestros nueve ojos para mantenernos intactos. Atravesamos el continente desde el polo norte y casi llegando al extremo sur, a la región mas austral del planeta, logramos aterrizar sobre el borde del continente El radar, recuperado ya, nos informó que era la República Argentina. Con las protecciones adecuadas para el clima según la información de la nodriza, salimos a recorrer el planeta. Nos encontramos en una región con predominancia de verdes y marrones. Mi computador personal indico que era algo denominado "plaza". Un grupo de humanos se nos acercó. No parecían sorprendidos.


- ¿Que hace máquina, tené una monedita pal bondi?
- Oh débil humano, somos Plok y Fesk del planeta Krumer R-32 y venimos a exterminar su raza!!! - Dijo Plok con gestos ampulosos y su voz mas latosa.
- ¿Y loco? Yo soy el Tati, de Lafe. ¿Me da una monedita?, dale, dale, vo tené, vo tené, te estas riendo loco, vo tené -Dijo el humanoide señalándome a mi.
- Venimos en son de paz. Traemos un mensaje que ha atravesado todo el univer...
- Y yo te voy a atravesar a vos pulpo del orto -Dijo el humano mientras sacaba de su bolsillo un objeto metálico, brilloso de bordes filosos. Mi computador lo describió como "púa"
- Fesk, ¿que es un pulpo? -Inquirió Plok-
- La verdad, no tengo idea -Respondí mientras agitaba mis siete brazos tratando de esquivar los ataques del humano.
- Uh loco, ¿me vas a dar pa’ los vicio o no? Eh! Chipi! vení que manotas se me hace el guapo.


En eso, salió de atrás de lo que el computador identifico como "árbol" otro humano. Constantemente llevaba una de sus extremidades superiores hacia su miembro olfativo.


- Uh chipi, estas re duro chabón.
- Juro que no utilice mi rayo paralizante Fesk – confesó Plok
- ¡Dame! ¡Dame la plata o te quemo! -Dijo nervioso, mirando para todos lados
- Suficiente calor hace ya... tres grados de temperatura, una barbaridad...
- ¿Que so’ chistoso vo’ eh? ¿te hace el pillo eh?
- No, acá la eminencia humorística es Plok...
- Tengo uno de marcianos que la rompe -Dijo mi compañero
- Chipi dale, dale, tirale al trolo este
- No puedo Tati, no tengo balas, es de agua la pistola
- Si quieren les presto el láser -Ofreció su arma Plok
- Y mojalo al meno loco, dale
- Me la tome el agua Tati...
- Ah loco ah, te vas a oxidar
- Si no les puedo dar el paralizante -Siguió ofreciendo- o el deselectronizador.


En vano fue la mediación de Plok. Los humanoides comenzaron a subir el tono de la voz y a agredirse verbalmente. Términos desconocidos para mi computador como "la silvi" y "la moni" se repetían constantemente. De la observación logramos deducir que eran personas tan ocupadas que exceptuaban la utilización de las eses para agilizar la comunicación. También sospechamos que estén de incógnito aquí puesto que encubren sus nombres y en su lugar utilizan códigos tales como "chabon" "loco" y "boludo".


- ¿Y si los desintegramos? -Pregunto Plok
- Creo que la carga alcanzara solo para un par de millones -Respondí mientras chequeaba mi computador.
- A Amok rogando...


Dijo Plok y lanzó el rayo, con tanta mala suerte que no solo desintegró a los humanos, sino también dos perros, un linyera y el parripollo "Rubén".


- ¿Que es eso que viene allá?
- ¿Eso de las luces azules?
- Si, el que viene con dos humanos bastante gordos por cierto
- Mi computador lo identifica como "lancha"
- Volvamos mejor a la nave y vayamos a otro lugar.


Despegamos y a los pocos metros se prendió la luz de combustible. Según los cálculos de la nodriza, no nos alcanzaría para llegar mas allá de General Paz y Beiró. El computador nos informo que buscáramos una central nuclear, o en su defecto, una estación de servicio con unos trescientos mil surtidores. Nos detuvimos en cuanto se acabo el combustible.

-¡Avemariapurisimasinpecauconcebida! -Dijo un pálido humano cuando nos avistó.
- Buenas -Respondí- quería ponerle combustible... ¿que tipo tienen?
- Te te tenemos normal, di di diesel, si si sin plomo y su su su súper súper.


Ingresé los datos en la computadora madre, que informo que la nafta súper estaría bien.


- La su su su súper súper, ¿que octanaje tiene?
- no... no venta y ocho
- ¿Y si no tiene noventa y ocho para que me dice? -Se alteró Plok
- No Plok, el humano quiso decir noventa y ocho. Lo que pasa es que según mi computador sufre una alteración en el habla causado por un factor externo determinado como "cagazo padre". Igualmente, noventa y ocho millones es un buen octanaje
- No no noventa y ocho nada mas... -Acotó el playero.
- Y bueh, pistoneará un poco -Concluyo Plok.
- Póngale trescientos cincuenta mil litros. -Sentencie.


Luego de meterle al tanque todo tipo de combustible, agua destilada, aceite, Mirinda, café y algo en lo que flotaban unos pedazos de carne rosada con forma de dedos, la nave arrancó. Toda la gente de la estación de servicio se quedo encantada con las piedras que les dimos. Para nosotros fue un alivio sacarnos de encima esas piedras. Pesaban como doscientos kilos cada una. Y ocupaban mucho espacio en la bodega, pero bueh, son los caprichos de Plok. Igual si quiere mas, cuando pasamos por el planeta Diamante agarramos un par...


- Obvio que vamos a ir a buscar -Dijo Plok
-¿Podés dejar de leer mis pensamientos? -Rogué- tengo ganas de planear una estafa y no quiero que te enteres...
- Y dale con querer estafar a mi tío millonario...
- Ah... este, no... no era eso lo que yo... sino te... pero no es como parece...
- Bueno, al menos sabemos que esta vez no tuvimos que salir corriendo de la tierra. -Dijo Plok y se estiro sobre su sillón de comando
- Al menos no esta vez...


Y seguimos nuestro viaje de retorno a Krumek R-32. En el camino, paramos en la estrella Rhodes a comprar unas obleas bañadas en chocolate. A Plok le fascina tanto el chocolate que creo que es lo mas grande del Universo y por eso voy a empezar a darme golpes en las cabezas con mis brazos, golpecitos, golpecitos...


- PLOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOK!

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