viernes, 17 de julio de 2009

Plok y Fesk en "Here Comes The Sun (churu ruru)" (Holden)

Bitácora del capitán, día quince. Luego de nuestro paso por la tierra, estamos experimentando problemas con la tripulación robótica de nuestro navío. El Capitronic LK-700 se declaro en huelga y se le han sumado el Radarmatic 30K y todos los procesadores de la sala de juegos. Las puertas del tercer nivel han realizado una protesta no violenta obstaculizando el paso de la tripulación por la zona en la que se encuentran. "Piquete" según nos actualizó mi computador. Esto es debido a la falta de aceitación en los últimos dos nuks, según nos informaron a través de cartel que tenían pegado con cinta scotch. Y para colmo de males, nos cortaron el suministro de dióxido de carbono. Hemos hallado amenazas de muerte pintadas en nuestras cápsulas de descanso, como así también nuestra colección de autitos Duravit desparramada por el suelo. Deberemos tener cuidado con los androides de limpieza, tienen pinta de pungas. Y el otro día encontramos a uno fumándose una fibra óptica en el ñoba.

- No hay caso con el Capitronic ¿no?

- Insiste en decir "juntos y unidos triunfaremos" -Informó Plok

- ¿Probaste de resetearlo?

- No hay caso, siempre vuelve con lo mismo.


Bitácora del capitán, día quince, un rato después. Lo bueno de todo esto es que Plok esta deprimido. Hace rato que no me fastidia con sus bromas. Se pasa todo el tiempo con esos cubos mágicos que compramos en el barrio de Once. Espero que toda esta situación mejore rápidamente, así podemos llegar a Krumek rápidamente para poder entregarle mi hermana y...


- Veo que recuperaste el ánimo -Le dije

- Es que estoy muy emocionado, el Capitronic parece que volvió en si -Comentó Plok mientras dos de sus bocas sonreían y en cuatro de sus ojos podía verse un brillo de alegría.

- ¿Funciona normalmente?

- Dice estar trabajando "A reglamento", para al borde de todos los planetas.

- Peor es nada.


Bitácora del capitán, día diecisiete. Esto de parar en todos los planetas me tiene un poco cansado. En cada uno sube alguno a vender boludeces. En Gilletnia subió un salame que vendía pan mientras con una de sus extremidades cortaba a un pobre plutoniano al grito de "!Ricos los sanguchitos!". Y en Marte, subió uno que vendía tres microescritores semiautomáticos recargables por un mango. Y de regalo un micro lápiz de hidrografito con punta metálica. Toda una ganga. Encima, el estúpido de Plok se sumó a la sentada de los regulazidores de presión atómica en el nivel cuatro. Hicieron una fogata y cantan canciones de Sui Generis.


- ¡Fesk! ¡Fesk! ¡No te imaginás lo que acabo de ver!

- ¡Y claro idiota! ¡Sabés que no me lo imagino porque podés leer mi mente!

- Aparte de eso... ¡Hey!, no pensés eso que mi madre... ella ganaba sus krusks trabajando honradamente.

- Bueno, bueno, ¿Que es lo que viste?

- Cuando nací, recuerdo haber visto al Doctor S-3000 extrayéndome con sus pinzas de la cabeza de mi madre, luego a mi padre insultar y golpear las paredes del hospital...

- ¡Que viste recién idiota!

- Ah, si... en una de mis habituales excursiones al piso, topé mi oído noroeste contra la alfombra y pude escuchar como en la sala de calderas negociaban el Radarmatic y los procesadores XT286.

- ¿Y que es lo que hablaban?

- No entendí mucho... hablaban algo de la cámara, de los senadores... de cajonear al Capitronic... todo muy raro

- Te dije que no debíamos comprar ese plutonio de oferta...


Bitácora del capitán, día dieciocho. Acabamos de atravesar una situación límite. Los brazos mecánicos de reparaciones tomaron de rehén al Capitronic LK-700 y amenazaron con arrojarlo a la caldera si urgentemente no les entregábamos treinta litros de Elaion semisintético y doscientos controles remotos tiernitos. Después de largar al Capitronic, este enloqueció y dice querer ser presidente de Boca Juniors y de Krumek.


- Por suerte ha vuelto la tranquilidad a la nave -Comenté casi extenuado

- Así es... ¿que hacemos con los restos de los brazos mecánicos?

- Arrójalos al océano láctico o en la primer zanja galáctica que encontremos

- La casa esta en orden -Concluyó Plok.


Bitácora del capitán, día veinte. Me arrepiento de no haber creado una macro que me permita ahorrarme escribir la palabra bitácora a cada rato. Confieso que tendría que haberle hecho caso a mi padre cuando me dijo "hijo, debes estudiar ingeniera espacial en lugar de filosofía". Por mas que le expliqué el origen del universo según cuatrocientas ochenta y tres creencias diferentes el Manual Inteligente de a bordo no suelta información alguna acerca de como pilotear este armatoste.


- ¿Probaste con un yogurt? -Preguntó entre risas Plok

- ¿Podrías hacerme el favor de sacarte esa pollera larga?. También podrías sacarte ese colgante gigante. Y la armónica de tu boca central. Y esa bufanda de tu cuello izquierdo. Y tu camisa multicolor. Y por favor, deja de decir "paz hermano" a todo lo que se te cruza...

- Estas fuera de onda hermano... aparte, traje un amigo.

- ¿Y ese quién es?

- George Harrison amigo...

- No me llames amigo, mi nombre es Fesk

- Mala onda Fesk -Agrego el tal George mientras levantaba en v dos de sus dedos de la mano derecha.


Bitácora del capitán, día veintidós. No debí dejarlo al muchacho que se juntara con los woodstockbots del nivel cuatro. Sus visores están siempre todos rojos y los informes acerca de la presión atómica concluyen siempre con un "que la fuerza los acompañe". Esos muñecos tienen los circuitos quemados. Plok por otra parte, insiste en parar en el planeta de los simios para poder comprarse una peluca. Tres, mejor dicho. La maquinaria de la nave de a poco se va recuperando. Mi computador indica que el "síndrome tango" va desapareciendo con el paso de los días. Es mas, ayer deje olvidado mi collar de rubíes sobre la cápsula de descanso y un androide de limpieza no solo me lo devolvió, sino que sólo robo el treinta porciento de las piedras.


- ¡Fesk! ¡Fesk! -Entró como un torbellino Plok

- ¿Qué pasa? ¿te agarro el síndrome de abstinencia?

- ¡La temperatura en la sala de maquinas es casi de cien grados centígrados! ¡Me estoy muriendo de calor!

- ¿Cual es el problema?

- Los monoperros me persiguen como si fuera un pollito al spiedo

- Hmmm... un pollito al spiedo y con siete alas... sabroso... aparte, no te quejes, vos quisiste levantarlos en Cromic 7...

- Es que se veían tan dulces y tiernos despedazando al rinoceronte...

- Bueno, bueno, no te quejes, ahora prendo el aire acondicionado

- Imposible, lo canjeamos por el Battle Chess en Urano.

- Y que remedio nos queda entonces?

- Y... como humilde copiloto, diría que cambiásemos el rumbo... ¿digo no? convendría no seguir camino al sol...


Bitácora del capitán, día veintitrés. Nos encaminamos al sol y no tengo idea como se pilotea esto. Probé de tocar todos los botones, pero solo logré encender la música funcional, preparar un licuado de carbono y disparar unas bombas nucleares. Para colmo de males, encendí las luces altas y eliminé con eso todo rastro de vida del planeta Vampirus. Como si esto fuera poco, Plok leyó mi mente, se enteró de todo esto y lo divulgó por toda la tripulación. Ahora todos saben que estamos en peligro y que me gusta comer Magnolias mientras hago el recambio de fluidos en el baño.


- Fesk, los androides se quejan de la temperatura del aceite. Dicen que hay olor a fritanga y sospechan que son ellos...

- Plok... debo confesarte algo...

- ¿Vos fuiste el que escribió "Plok cornudo" en el puente de mando?

- No idiota... debo confesarte que...

- Here comes the sun -Dijo mientras transpiraba como loco el tal George-

- ¿Que no lo habíamos dejado a este en Wolf 359?

- Lo encontré aferrado al reactor de despegue, tenía una cara de susto...


Bitácora del capitán, no importa que día, igualmente moriremos asados. Intentamos buscar ayuda de otras naves por radio, pero lo único que nos dijeron fue si veníamos con papas o alguna otra guarnición. Toda la tripulación está que arde. Algunos enloquecieron y luchan entre si por un chorrito del matafuegos. Plok y yo estamos sentados al mando de la nave esperando nuestro final...


- Si me llego a levantar, con el charco de transpiración que dejaste, me doy flor de mamporro -Dijo un aun gracioso Plok

- Claaaro, porque la señorita no transpira

- Yo uso, Krukxora, Krukxora te lo evapora.

- Here comes the sun, churu ruru... -Se oyó por el intercomunicador

- ¿Le podés decir a tu amigo que se calle? ¡Ya se que se viene el sol!! No necesito que me lo recuerde a cada rato.

- And I say "It's alright" -Sonó otra vez el intercomunicador-

- ¿Encima nos bardea? ¿Viene el sol y esta todo bien? Ahora va a ver... anda a buscarlo.

- ¿Y porque no vas vos?

- Porque si me levanto de la silla me voy a patinar con mi transpiración...

- Bueno, ahí voy...


Bitácora del capitán, momentos finales. Plok volvió con malas noticias. Dice que George no quiere callarse e insiste en decir "Que Dios salve a la reina". En un rapto de piedad, decidimos con Plok atarlo a la trompa de la nave, así lo quemamos de una vez y morimos con seis sonrisas en nuestros rostros.


- Dale, dale, dame la soga -Dije

- ¿Esto sirve? -Inquirió Plok

- ¡Idiota! Esa es la manguera de combustible...

- Me pareció notar una pequeña fuga de algo cuando lo saque...

Bitácora del capitán, T menos trece. Un instante antes de que le cayera a golpes a Plok, una metálica voz sonó, redentora, en el aire.

- Dame un ciego y te arreglo el bardo...

- ¿Y eso que fue? -Pregunté

- Comí muchas papas en el almuerzo – Respondió Plok

- No idiota, esa voz...

- ¿Fuiste tu boca izquierda? ¿Boca Derecha? ¿Central? No..creo que yo no fui... -Dijo Plok

- Fui yo idiotas... tirame un ciego y les salvo el pellejo...

- ¡El Capitronic! -Gritamos a dúo...

- No griten que me duele la cabeza y tengo flor de resaca... me comí un archivo de dos Gigabytes y lo baje con mercurio...

- ¿Podes salvarnos? -Pregunté al artefacto

- Por supuesto... pero primero debo asegurarme de que liberen al compañero Alí...

- Un virus Fesk...

- Siempre pasa lo mismo cuando vamos a la tierra...

- Igual esta mas chupado que naranja de pobre... vamos a embaucarlo

- Acá esta el compañero Geor... digo Alí.

- Ah, me quedo más tranquilo -Dijo el Capitronic.


Ahí nomás se sintieron unos ruidos medio raros y la nave giró ciento ochenta grados. Los reactores se encendieron y salimos a los santos pedos para el otro lado del universo.

Bitácora del capitán, día... vamos a ponerle treinta. El Capitronic nos salvó la vida. El único inconveniente que tuvimos fue que salimos tan rápido que doce androides de limpieza quedaron un poco golpeados y no volverán a ser los mismos. Cuentan en la nave que los han visto haciendo teatro de revistas y hasta hay uno que dice ser Betty Boop.


- Bueh, zafamos otra vez -Musitó suspirando por sus dos bocas restantes Plok.

- Ajap... y deberíamos devolver a George... ¿en que planeta subió?

- Mirá... en realidad parece que se pasó entre el ácido y demases... y subió tanto que apareció acá adentro...

- Entonces vamos a devolverlo a la tierra...

- Digo... ¿no seria peligroso que contara todo lo que vio?

- No creo... no lo debe conocer nadie a este pobre tipo...


Bitácora del capitán, día treinta y dos. Finalmente lanzamos a George hacia la tierra a través del tempoespacio KN1000. Decidimos que sería mejor lanzarlo en los años sesenta, por las dudas que cuente algo. Según mi computador durante esa época en la tierra las fuentes jóvenes de información eran un poco alocadas y sus fantasías eran muy ocurrentes. Nos pidió llevarse de souvenir una de las guitarras de los woodstockbots, petición que fue aceptada. Pienso que lo voy a extrañar a George con sus canciones...


- y si, yo también -Añadió Plok leyendo mi mente.

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