Suena un timbre. Ruidos metálicos. Se levanta de la cama y va al encuentro de esa luz que tanto lo alegró por años y hoy le resulta extraña, novedosa, agresiva. Ya no tiene colores, sólo gris y negro. Pasillo largo y ruido al final. "Seguramente tenga esa bufanda que no se saca nunca y un paquete de medialunas en la mano" piensa. Hoy viene la vieja a la visita, ya está llegando.
Es verdad, era mentira, también.
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