Pasaron meses y muchos timbrazos de sábado solicitando
ropa para regalar desde esa primera visita. Su aparición aquel
sábado me había generado un recuerdo literario: su presencia
corporizó la idealización que tenía en un recóndito recoveco de
mi mente del Dr. Cross, el personaje de ficción creado por Arthur
Clarke en su cuento “No habrá otro mañana”. El recuerdo evidentemente
se había visto influenciado por la añoranza de las discusiones,
los debates a los que con ella sometíamos a cuanto escrito
nos pareciera interesante a alguno de los dos. Compartirlos, desmenuzarlos,
rayarlos y finalmente devolverlos a la biblioteca nos
daba alegría, felicidad. Una felicidad pura y humilde. “Un libro
subrayado es un libro vivido” me repetía con sabiduría.
Ese mismo sábado, con motivo de releer el relato de Clarke,
me había abocado a la tarea de su búsqueda, lo que derivó en un
reordenamiento del material literario que logró hacer placentera
la actividad de sentarse en el sillón de tres cuerpos que habitaba
en mi living a observar esa pared poblada de libros, prolijamente
ordenada por el nombre de autor. Es cierto que la desprolijidad y
el desorden traían recuerdos de cuando jugábamos a ubicar los
libros, quienes cómplices de nuestro juego, aprovechaban para
ocultarse en el desorden… “El cazador oculto” me decía ella y
mi tarea era encontrarlo con la mirada, desde la comodidad del
sillón. Esa biblioteca, que sin ella no causaba más que desolación,
se encontraba perfectamente en orden y era mi pequeño motivo
de orgullo. Una fría y gris tarde de invierno, mientras la observaba,
apareció el vendedor nuevamente en la puerta. Con la misma calma del primer encuentro se presentó a través del portero eléctrico
como viajante y yo, al igual que la primera vez, me dispuse a
abrir la puerta para, con un gesto manual, indicarle que no estaba
interesado en lo que me pudiera llegar a ofrecer. Al retirarse, cruzando
Concordia, pude ver que llevaba un estuche de guitarra en
su mano derecha.
Este cuento forma parte del libro "Es verdad, era mentira" publicado en Diciembre de 2016 por Ed. Dunken
-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario