jueves, 5 de marzo de 2009

DECEPCIÓN (Por Holden)

Sentado. Tardó unos segundos en reconocer el lugar. Fugaces visiones atravesaron su mente con la prestancia de un rayo que cae al mar. Encontróse con la segunda incógnita. El cuándo. Imágenes de toda índole lo abrumaron. Supo distinguir entre las reales y las que eran solo fruto de su vasta imaginación. El odio se insmicuyó súbitamente en su pecho. Apretó el puño fuertemente y una gran decepción abatió su semblante. Fuertemente masticó su furia y se sintió un poco avergonzado. Se sintió iluso. Engañado. Y con suavidad apoyó nuevamente su cabeza en la almohada. Esa frescura, esa inocencia, tardaría mucho tiempo en volver. Tanto que, por ahora, no habría lugar para soñar. Sólo para esperar que el tiempo pase. Y cuando fuese el momento, aplicar la lección aprendida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario