martes, 17 de marzo de 2009

Seguridad (Por Rodia)

Entiendo el reclamo de la gente por mayor seguridad. Me parece que están pidiendo gozar de la seguridad de muchas otras personas del país, que me gustaría detallar para ayudar a simplificar este reclamo masivo y tan, pero tan popular de mis amados compatriotas:

Señores del gobierno, ellos quieren seguridad:

-Como los habitantes de Santa Fe tienen la seguridad que si llueve dos días seguidos, el salado se va a desbordar y van a perder todo por las inundaciones
-Como los habitantes de Orán tienen la seguridad que si no los mata el hambre, alguna enfermedad se va a ocupar de ellos (un tiempo antes que lo haga la indiferencia general)
-Como los habitantes de las regiones mineras tienen la seguridad que algún patrón los va a reclutar para explotarlos por mínimos sueldos en condiciones denigrantes de trabajo hasta que se mueran en una mina de Cobalto.

Me parece muy bien que si toda esa gente tiene toda esa seguridad, nosotros reclamemos un poco para este lado. Porque no puede ser que otros tengan y nosotros no. Sobretodo cuando siempre hemos sido un país con una justa repartición de las riquezas y las ganancias. Es hora que vayamos teniendo las mismas condiciones que los afortunados cohabitantes del resto del país.

Ahora, siendo un poco más directos (para que entiendan los fans de Tinelli) pregunto: ¿Se necesita más seguridad o se necesita más educación? ¿Se necesita más seguridad o se necesita mas igualdad?
La “inseguridad” no la crean los “chorros ladrones drogadictos”. Es creada día a día por un sistema perverso individualista que separa a la gente, la hace competir por premios superfluos y por una enferma sensación de felicidad en la posesión de objetos. La inseguridad la crea la discriminación, el miedo, la ignorancia, el desinterés, la codicia, que son las verdaderas armas, mucho más peligrosas y abarcativas que un revólver o un cuchillo. Y son manejadas por personas que se esconden atrás de grandes mentiras, mucho más peligrosas y agresivas que un ladrón de celulares. Y también con muchos más beneficios, intereses e impunidad.

Deberíamos por un momento salir del teatro que representamos día a día y dejarnos de boludear con apagones y marchas multitudinarias que lo único que hacen es alimentar un sistema que va a crear más desigualdad, odio, discriminación y pobreza. Seamos responsables de nuestros actos y aceptemos nuestra incidencia, en lugar de lavarnos las manos y apagar la luz. Cambiemos. Miremos un poco más allá. Más allá de la garita de la esquina, más allá de la pantalla de televisión. Hay más en el cuadro de lo que el ojo ve.

Porque cuando la lluvia empiece a mojar, se van a ahogar demasiados.
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